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By Dariel Alarcon Ramirez, Gaby Vallejo de Bolivar

Henos aquí ante un libro absolutamente insólito, explosivo por su contenido, escrito por un easy campesino cubano que en 1957, por razones más personales que ideológicas, se convierte en soldado de los angeles guerrilla encabezada por Fidel Castro y el Che Guevara en l. a. Sierra Maestra, lucha al lado de éstos hasta l. a. victoria de los angeles Revolución, comparte responsabilidades con los vencedores, es reclutado por el Che en Africa y, en 1966, parte con éste a los angeles «campaña» de Bolivia, donde el Che encontrará los angeles muerte al año siguiente y de donde él sale como un superviviente algo desengañado, lo cual no le impide volver a Bolivia por segunda vez.

An strange memoir of explosive content material written through a humble Cuban farmer who joined the guerilla headed via Fidel Castro and Che Guevara within the Sierra Maestra in 1957 and went directly to struggle with Che in Africa and Bolivia, the place Guevara discovered his dying a 12 months later.

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Es cierto que sacaba cosas de Bienes del Estado, pero era para hacer regalos a la gente que quería, o que pensaba que los merecía. Hoy Armando Hart está considerado por sus hijos, Abel y Celia María, como el responsable de la muerte de su madre; y Abel se ha vuelto casi loco. * * * Un día que íbamos caminando por la Sierra Maestra, Fidel iba hablando con varios compañeros y yo oí que hablaban de recolectar dinero. Sin saber cuál era su fin, me atreví y le dije a Camilo: —Oye, la verdad es que sí tengo dinero.

Y tampoco hubieran quemado la casita de mi padre. 3 Con la ametralladora de Yayo Palomares entre las manos, ya me sentía más seguro A esas alturas del 25 de marzo, ya los rebeldes habían incursionado por mi casa como cinco o seis veces. Con Camilo Cienfuegos,3 uno de los dos primeros que habían subido a mi casita, nos hicimos muy familiares, pues era una persona muy simpática, muy agradable. Contaba muchos cuentos y me hablaba de cosas de las cuales yo nunca había escuchado hablar, y de La Habana tanto y más, incluso me prometió que me iba a casar con la hermana de él.

Allí, en aquel entonces, empezó todo para mí. Porque yo de revolución no entendía nada, en absoluto. , no sabiendo ni leer ni escribir; y del desembarco del Granma1 y de Fidel y sus compañeros, lo ignoré todo hasta enero de 1957, cuando comienzo a tener relación con la guerrilla, sin saber lo que era aquello. Vivía en un mundo muy aparte, en un lugar del que apenas salía una o dos veces al año al pueblito más cercano, para comprar lo imprescindible: sal, azúcar, bacalao, cigarrillos y tabacos, fósforos, y todas esas cosas.

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